Los autores clásicos del cristianismo la definían como “La
fe que busca entender”.
Con ello afirmaban
que aunque la fe es por definición creer sin ver, la fe puede dar
razones de lo que afirma.
Si acudimos al diccionario de la Real Academia, nos dice que
es “la Ciencia que trata de Dios y de sus atributos y perfecciones”.
No pocos han sido los debates que ha habido sobre si
realmente se puede considerar a la teología como una verdadera ciencia, posiblemente dependa del
significado que le demos al término ciencia. Pero lo que si podemos decir, sin temor a equivocarnos, es
que la teología es una disciplina del saber humano que, apoyándose en otras ciencias, busca dar
respuestas ante la cuestión de Dios y la relación del ser humano con él.
Es claro por tanto que no existe una única teología, puesto
que existen muchas religiones, del mismo
modo existen muchas teologías.
La teología cristiana se divide en diferentes tratados, cada
uno de ellos trata algún aspecto determinado de esta fe, pero aunque se pueden
estudiar por separados, la teología sólo adquiere sentido interrelacionando unos con otros.
Algunos de esos tratados son:
Fenomenología: Estudia el fenómeno en si de la religión, sus
distintas manifestaciones, su presencia
en la vida del ser humanos…
Teodicea o misterio de Dios: estudia la idea de Dios, su
existencia, sus manifestaciones …
Cristología: estudia todo lo relacionado con Cristo.
Antropología Teológica: Todo lo relacionado con el ser
humano y su relación con Dios.
Teología Bíblica: Todo lo que tiene que ver con los textos
bíblicos y su mensaje.
Eclesiología: Estudia la Iglesia, su sentido y su función.
Teología Moral: Es la encargada de reflexionar sobre el
comportamiento humano a la luz del
mensaje cristiano.
Escatología: Estudia las realidades últimas, todo lo que
tiene que ver con el más allá y la vida
después de la muerte.
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